En Brillosa siempre hemos tenido una especial preocupación por la responsabilidad social corporativa y apostamos firmemente por ayudar a los colectivos menos favorecidos.

Según la LISMI (Ley de 1982), las empresas deben tener en su plantilla un 2% de trabajadores minusválidos. En este 2015 estamos dando trabajo a 19 personas discapacitadas, lo que representa más del doble de lo que exige legalmente, concretamente un 5% de nuestra plantilla de 370 trabajadores.

Somos perfectamente conscientes de que las empresas deben ayudar a la integración social y mejora de las condiciones de vida de estos colectivos con riesgo de exclusión social. Y aunque agradecemos las ayudas de los organismos oficiales al contratarlas, lo que realmente nos empuja a hacerlo es que podamos aportar nuestro granito de arena a conseguir que se conviertan en personas aptas, fomentando su bienestar y mejorando la su calidad de vida.

Nuestro compromiso se plasma en el continuo mantenimiento de una línea de actividad de Responsabilidad Social Corporativa, colaborando con aquellas organizaciones y que desarrollan proyectos pioneros para la consecución de una mayor calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas.

En línea de la contribución a una sociedad más justa, apoyamos a las organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos de las personas y en la promoción de su igualdad de oportunidades, colaborando continuamente con ellas.